Los últimos datos aduaneros cuentan una historia muy clara.
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Los últimos datos aduaneros cuentan una historia muy clara.
Las exportaciones de acero inoxidable serie 300 de Tsingshan Indonesia hacia Taiwán cayeron a 77.238 toneladas en octubre, una disminución del 27,8% mensual.
El repunte de septiembre no fue una recuperación; fue simplemente una reposición de inventarios a corto plazo.
La señal más fuerte viene del acero laminado en negro:
las importaciones se desplomaron un 50% en octubre.
Esto no es un colapso del mercado, sino los compradores diciendo:
“Ya repusimos. Ahora esperamos.”
El laminado en blanco apenas cayó ligeramente y las planchas se mantuvieron estables, lo que muestra que la demanda básica sigue ahí, pero sin urgencia y sin intención de sobrecomprar.
El verdadero motor de esta fluctuación es el precio.
Tsingshan aumentó los precios de exportación de julio a septiembre, obligando a los compradores a asegurar pedidos anticipados para evitar nuevas subidas; por eso septiembre se vio tan fuerte. Pero cuando el precio del NPI comenzó a caer, Tsingshan no tuvo otra opción que reducir de nuevo casi 50 USD/tonelada entre octubre y noviembre.
En resumen: no es volatilidad de demanda, es un cambio en la psicología del comprador.
Y para Tsingshan, Taiwán ya no es el mercado principal.
Las exportaciones a Vietnam crecieron 15%, a Malasia 103%, y el total aumentó 7% interanual. El mercado es inestable, pero su estrategia de distribución multinacional mantiene la estabilidad general.




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